Expertos en el campo educativo han advertido sobre los peligros de no participar en la evaluación PISA 2025, señalando que esto podría tener consecuencias perjudiciales para el sistema educativo. "Estamos perjudicando la educación al no participar", afirmaron.
La posible exclusión de México de la prueba PISA se suma a lo que el investigador visitante del Colegio de Boston y experto en educación, Eduardo Andere, describe como una serie de decisiones desfavorables en política educativa por parte del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
En una entrevista, Andere expresó su preocupación debido a que las autoridades de la SEP no han proporcionado a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) la documentación necesaria para formalizar la participación de México en PISA, ni han mostrado interés en llevar a cabo las pruebas piloto que ayudarían a mejorar su implementación para el próximo año.
Andere comentó que estas acciones podrían tener un impacto negativo en la educación y en el conocimiento del desempeño educativo del país. Además, criticó las decisiones del Gobierno en relación con el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) y la prueba Planea, considerándolas ejemplos de malas decisiones en materia educativa.
En cuanto a los argumentos de la autoridad, incluyendo los del Presidente López Obrador, que minimizan los resultados de PISA acusándolo de ser una herramienta neoliberal, Andere subrayó que PISA no está ideológicamente sesgado y que es utilizado por una amplia gama de países, independientemente de su orientación política.
Por otro lado, Marco Fernández, especialista en educación del Tec de Monterrey y de México Evalúa, también expresó su preocupación por la actitud del Gobierno hacia PISA, destacando que la prueba evalúa habilidades fundamentales que los estudiantes deberían poseer a nivel mundial, y que no está relacionada con ideologías políticas.
Fernández sugirió que el silencio de la SEP y el Estado podría estar relacionado con consideraciones políticas, especialmente con las elecciones, y enfatizó la necesidad de una evaluación educativa rigurosa y basada en evidencia, independientemente del resultado político futuro en México.
En resumen, tanto Andere como Fernández señalaron la importancia de utilizar instrumentos de evaluación confiables para guiar la política educativa, y expresaron su preocupación por la falta de transparencia y responsabilidad en este ámbito.
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